Por: María Fernanda Espinosa
La película empieza recordándonos, mediante imágenes de archivo, las explosiones realizadas por los talibanes para desaparecer las ancestrales y gigantescas estatuas de Buda que se encontraban en la región de Bamiyan, Afganistán.
En este mismo lugar se contextualiza el filme, siendo la zona donde en cuevas viven Baktay, su familia y sus vecinos. La historia cuenta el deseo de Baktay por ir a la escuela a “aprender historias divertidas”. Así, la niña emprende toda una odisea por conseguir un cuaderno y un lápiz que le permitan acceder a la escuela, en un viaje que recuerda a la película de Abbas kiarostami “Dónde está la casa de mi amigo” (1987), donde la niña se enfrentará a diversos obstáculos para lograr su deseo.

El filme trata sobre los niños, sobre cómo los adultos viven aún un conflicto racial y religioso olvidándose de los más pequeños y enceguecidos al hecho de que ahora mismo se está formando toda una generación de nuevos guerreros, de personas guiadas por el odio y los prejuicios, como herencia de un conflicto que los envolvió y que es ahora parte de su cotidianidad. Así veremos a un grupo de niños jugando a la guerra, con fusiles hechos de palos y granadas hechas de piedra, pretendiendo lapidar a las mujeres en castigo por quitarse el velo o ponerse labial; matando americanos y “haciendo para ellos un nuevo Vietnam”. Sin embargo estos mismos niños en posterior juego pretenderán ser soldados estadounidenses que persiguen terroristas talibanes, atacando a la población, acusándola y finalmente acabando con sus vidas. Este hecho nos habla de un pueblo sin salida, incesantemente perseguido , no importa cuál sea su creencia ya que siempre será juzgado y abatido ya sea por uno u otro bando, atrapado en medio de una lucha donde la única solución es, como bien lo dice el niño amigo de Baktay: “muérete, solo así te dejarán en paz”.
El hecho de las dificultades que atraviesa Baktay, no sólo por hacerse a un cuaderno sino para asistir a su escuela a pesar de las constantes negativas que encuentra a su alrededor, es una muestra de cómo la educación, la verdadera formación de valores y conocimientos ha quedado relegada a causa de la guerra.
La directora Hana Makhmalbaf, pro viene de una familia de cineastas. Su padre, Mohsen Makhmalbaf, dirigio la famosa “Kandahar” (2001) y su hermana, Samira Makhmalbaf, se encargo de dirigir ”El tablero Negro” (2000).
Aunque la película Buda explotó por vergüenza goza de la belleza y simplicidad típica de las películas iraníes, su guión resulta inconsistente en algunos apartes dejando caer la narración y haciendo excesiva la repetición de metáforas que terminan cansando al espectador. Aún con estos problemas, la película resulta una buena reflexión acerca de la situación extrema vivida por este pueblo y especialmente por sus niños que ven transformado su inocente punto de vista por tener que enfrentarse a la crueldad de una guerra desde el mismo momento en que nacen.
Buda explotó por verguenza
País: Irán - Francia
Año: 2007
Director:
Hana Makhmalbaf
Guión: Marziye Meshkini
Reparto: Nikbajt Noruz,
Abdolali Hoseinali,
Abbas Alijome
Productor: Maysam Majmalbaf
Dirección de fotografía: Ostad Ali
Dirección de arte: Akbar Meshkini
Montaje: Mastane Mohayer
Nominada a 3 Oscar: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Montaje