Por María Fernanda Espinosa
Karate kid (John G. Avildsen, 1984), sería en su época una película de gran importancia reverenciada por miles de fanáticos adolescentes que crecieron con las enseñanzas de Mr. Miyagi (Pat Morita), con tal éxito en taquilla que generaría toda un franquicia que entregaría 3 películas más (Karate Kid 2, 1986; Karate Kid 3, 1989; The Next Karate Kid, 1994).
En el 2010, en pleno auge de los remakes hollywoodenses, producto de una profunda crisis de guionistas que viene afectando por largo tiempo a la industria cinematográfica americana, surge esta nueva adaptación del clásico Karate Kid, esta vez dirigida por Harald Zwart (Agent Cody Banks,
2003; The Pink Panther 2, 2009), y protagonizada por Jackie Chan y Jaden Smith (The pursuit of happyness, 2006), hijo del también actor Will Smith quien hace las veces de productor en este filme.
Esta nueva versión ocurre en China donde Dre Parker y su madre Sherry (Taraji P. Henson) llegan con el fin de hacer una nueva vida. Allí, Dre no sólo tiene que adaptarse a una nueva cultura sino que tendrá que aprender a asumir su adolescencia con todos los problemas que ella implica, incluyendo la tenaz rivalidad con un joven de su edad que no cesa de golpearlo y humillarlo, con la violencia como su único medio de interacción, modo que ha aprendido de su maestro de Kung Fu quien establece como regla el no tener piedad ni compasión por el contrincante. Sin embargo, y en contraposición, Dre encontrará en su amigo y maestro Mr Han, las enseñanzas de un arte marcial que se practica con honor y no es busca de la venganza y la pelea.
Este remake cuenta con varios cambios de fondo que sin embargo no son aprovechados, dejando a la película como un mediocre filme, resultado que parece ser común dentro de los reencauches que en demasía parecen hacerse hoy en día. Así es como a diferencia de la película del 84 que se desarrollaba en territorio norteamericano, esta película tiene su contexto en el país chino exquisito en historia, tradiciones y que goza de una cultura contrastante con la occidental. Este hecho pudo convertirse en una metafórica base del conflicto interno que vive el personaje en su paso de niño a adolescente, al sentirse extraviado en medio de dos mundos, casi exiliado de todo lo que conoce. Sin embargo el contraste cultural queda en total omisión, así como las costumbres y tradiciones que se traducen en diversos eventos como festivales o incluso dentro de su arquitectura e historia y que en la película son mostrados casi al margen, siendo reducidos a simples anécdotas de las experiencias que el niño tiene dentro de su nueva vida.
De la misma forma es desperdiciado el contexto al marginar al Kung fu, arte marcial nacido en China y cargado de filosofía, no sólo de la pelea sino de la vida misma, a frases retóricas que son repetidas sin más por Mr. Han, maestro de Dre, interpretado por Jackie Chan en una actuación que, aunque aceptable, no es ni un mínimo reflejo de la caracterización que en su tiempo haría Pat Morita del apreciable Mr. Miyagi, personaje que todos los fanáticos del film recuerdan con nostalgia.
Las enseñanzas y técnicas del Kung Fu son presentadas tan sólo en secuencias musicalizadas que muestran el progreso del protagonista como peleador, recurso tan frecuentemente usado en Hollywood que por acto de repetición ya carece de toda emoción. Hay que anotar que a diferencia del primer filme, será el kung fu el arte marcial a exponer, lo que ha suscitado diversas críticas que han llevado a cambiar el nombre de la película a “Kung Fu Kid” para ser presentada en territorio oriental.
De la misma manera, dentro de esta historia hay un cambio sustancial de tono. La película de 1984 es presentada a un target adolescente, de manera que la trama se presenta como excusa para mostrar como Daniel Larusso, personaje protagonista, aprende a asumir su nueva adultez con una toma de decisión consciente y madura y que responde a propias convicciones. Este fondo es matizado por un conjunto de experiencias comunes a todo adolescente tal como el encuentro del primer amor, el enfrentamiento con compañeros, las vivencias escolares y el aprender a moverse como adulto dentro de un mundo agreste.
Así es como este film logró crear un proceso de identificación dentro del público adolescente haciendo de la película y sus posteriores secuelas todo un clásico. Sin embargo este nuevo filme ha sido despojado de este concepto mostrándonos una trama con un tono más infantil. Aunque el protagonista vive sustancialmente las mismas experiencias, las edades de los jóvenes que intervienen en la trama son menores, lo que no permite que la historia se desarrolle bajo el mismo concepto. Así es como se nos presenta extraño ver a Jackie Chan peleando con un grupo de niños, lo cual presumiría una ventaja injusta para el adulto, razón que nos despoja de la idea de una pelea entre iguales que poseía el primer filme. Así mismo, el final de la película transcurre de manera tan edulcorada que termina de inscribir al filme dentro del mundo infantil que sólo permite finales felices donde todo personaje, guiado por mágicas circunstancias se torna en bondad y entrega.
En el 2010, en pleno auge de los remakes hollywoodenses, producto de una profunda crisis de guionistas que viene afectando por largo tiempo a la industria cinematográfica americana, surge esta nueva adaptación del clásico Karate Kid, esta vez dirigida por Harald Zwart (Agent Cody Banks,
2003; The Pink Panther 2, 2009), y protagonizada por Jackie Chan y Jaden Smith (The pursuit of happyness, 2006), hijo del también actor Will Smith quien hace las veces de productor en este filme.
Esta nueva versión ocurre en China donde Dre Parker y su madre Sherry (Taraji P. Henson) llegan con el fin de hacer una nueva vida. Allí, Dre no sólo tiene que adaptarse a una nueva cultura sino que tendrá que aprender a asumir su adolescencia con todos los problemas que ella implica, incluyendo la tenaz rivalidad con un joven de su edad que no cesa de golpearlo y humillarlo, con la violencia como su único medio de interacción, modo que ha aprendido de su maestro de Kung Fu quien establece como regla el no tener piedad ni compasión por el contrincante. Sin embargo, y en contraposición, Dre encontrará en su amigo y maestro Mr Han, las enseñanzas de un arte marcial que se practica con honor y no es busca de la venganza y la pelea.
Las enseñanzas y técnicas del Kung Fu son presentadas tan sólo en secuencias musicalizadas que muestran el progreso del protagonista como peleador, recurso tan frecuentemente usado en Hollywood que por acto de repetición ya carece de toda emoción. Hay que anotar que a diferencia del primer filme, será el kung fu el arte marcial a exponer, lo que ha suscitado diversas críticas que han llevado a cambiar el nombre de la película a “Kung Fu Kid” para ser presentada en territorio oriental.
De la misma manera, dentro de esta historia hay un cambio sustancial de tono. La película de 1984 es presentada a un target adolescente, de manera que la trama se presenta como excusa para mostrar como Daniel Larusso, personaje protagonista, aprende a asumir su nueva adultez con una toma de decisión consciente y madura y que responde a propias convicciones. Este fondo es matizado por un conjunto de experiencias comunes a todo adolescente tal como el encuentro del primer amor, el enfrentamiento con compañeros, las vivencias escolares y el aprender a moverse como adulto dentro de un mundo agreste.
Así es como este film logró crear un proceso de identificación dentro del público adolescente haciendo de la película y sus posteriores secuelas todo un clásico. Sin embargo este nuevo filme ha sido despojado de este concepto mostrándonos una trama con un tono más infantil. Aunque el protagonista vive sustancialmente las mismas experiencias, las edades de los jóvenes que intervienen en la trama son menores, lo que no permite que la historia se desarrolle bajo el mismo concepto. Así es como se nos presenta extraño ver a Jackie Chan peleando con un grupo de niños, lo cual presumiría una ventaja injusta para el adulto, razón que nos despoja de la idea de una pelea entre iguales que poseía el primer filme. Así mismo, el final de la película transcurre de manera tan edulcorada que termina de inscribir al filme dentro del mundo infantil que sólo permite finales felices donde todo personaje, guiado por mágicas circunstancias se torna en bondad y entrega.
KARATE KID
País: Estados Unidos
Año: 2010
Director:
Harald Zwart
Guión: Christopher Murphey
Reparto:Jackie Chan, Jaden Smith, Taraji P. Henson
Productor: Jerry Weintraub, Will Smith, Jada Pinkett Smith, James Lassiter, Ken Stovitz
Dirección de fotografía: Roger Pratt
Dirección de arte: Second Chan
Montaje: Joel Negron
Música: Michael Bauer